Entrevista A Carolina Ferreira, Artista Internacional De Claypole
Artista y vecina de Claypole, Carolina Ferreira dibuja desde siempre. Especialista en comics y realismo, participó en numerosas exposiciones como la Buenos Aires Underground y sus trabajos llegaron a galerías de arte de Madrid y París. “Blue Design and Art” lleva de nombre artístico, más conocida en el barrio como “la chica que anda en skate”, Diario Claypole dialogó con Carolina acerca de sus trayectorias recorridas, su actualidad y sus maneras de andar los mundos del arte.
Los inicios
En referencia a sus comienzos y motivación por el dibujo y la pintura, Carolina los ubica a temprana edad. “De chica, de darme cuenta y decir ‘esto me gusta, quiero explorarlo y quiero saber cómo es’”, recuerda. “En mi casa siempre estaban todas las paredes dibujadas, pintadas… ¡era terrible!, la piba no paraba, viste”, confiesa, entre risas, mientras muestra una puerta en pleno proceso de pintado, y agrega: “donde veo le doy, viste”.
“En 2013 es cuando digamos agarré el tema del dibujo…de sentarme a dibujar y pintar lo que sea que salga de acá”, comenta señalándose la cabeza. “El primero que hice fue un Iron Man gigante, no lo terminé, lo tengo ahí esperándome todavía. Después arranqué con otras cosas. Dije ‘bueno, quiero hacer esto y quiero hacer esto’. Un día me encapriché y dije ‘voy a hacer a Gatubela’, y nada, me puse, me empeciné, como era la primera que hacía en realismo, y la verdad quedé sorprendida de todos los detalles que le puse”, precisa.
Desde ese momento se comenzaron a abrir puertas y oportunidades laborales que la llevaron a realizar diferentes trabajos para históricos bares de la ciudad porteña. “Después de arrancar con lo del Iron Man me escriben del bar El Federal, me hicieron como una prueba para que muestre lo que podía hacer. Estaban buscando gente para hacer las cartas menús. Les hice una muestra, les gustó y después me pidieron un tocazo de cartas. En ese momento trabajé con tres bares que fueron El Federal, La Poesía y Montecarlo. En total, entre los tres, hice unas 107 cartas, no sé si llegás a verlas –acerca las cartas a la videollamada del face-, bueno, de esas, hice como ciento y pico… ¡mirá!”, expresa, con detalles, Carolina.
La publicación en el libro “Flamantes” y la llegada a Europa
Tras su paso por El Federal y otros bares de Buenos Aires para los que fue haciendo diferentes cartas menús, llega la posibilidad de participar en el libro Flamantes, publicación española que reúne trabajos de jóvenes artistas. “Al libro Flamantes me lo publicitó Instagram. Me llamó la atención, entré a la página porque buscaban artistas de habla hispana, dejé mis datos, algunas obras en lápiz y a la semana me enviaron un mail avisándome de que había quedado seleccionada para participar”, comenta. El libro se distribuyó en diferentes galerías de arte de España y de esta manera se contactaron de la Galería de Arte Van Gogh de Madrid. “Se comunica conmigo la encargada de la galería y me propone ir a Milán. Me dice ‘me gustaron tus trabajos, sos muy prolija,’ me tiró un par viste. Yo cuando dijo Milán dije ‘es un montón, decís ¿cómo yo estoy en Claypole? ¡qué me querés llevar allá!”. Y bueno, se dio que en ese momento no pude hacer el pasaporte, no llegué con el tiempo y dije ‘bueno, me preparo para otra exposición, no sé’, y ahí como que me bajoneé un poco viste, ya no poder ir, que se yo… también tenía que juntar un poco más de plata de la que tenía, o sea, no es fácil”, explica y confiesa Carolina.
Semanas más tarde se vuelven a comunicar desde Madrid. “Pasaron unas dos semanas, me vuelve a escribir esta mujer, me dice que era una lástima que no haya podido ir a Milán a exponer allá y me ofrece viajar a París con ellos para exponer en Versalles. Así que bueno, ya está, ¿qué iba a hacer?. Junté ahorros, la plata, me endeudé un poco también, como todo ¿no? –risas-, vendí mi auto, me armé, preparé las obras, las enmarqué y las llevé para allá”.
Acompañada de su hermana, Carolina estuvo doce días en París, del 5 al 16 de abril de 2019. Expuso en la Expo París Porte de Versailles durante cuatro días seguidos. “Es divino, es hermoso. Mirá, yo patino y ando en skate, así que una de las cosas que más me gustó fue el piso lisito…¡terrible!. Nada, supercontenta. Después las obras quedaron con un seguro y se fueron a exponer a Madrid a la Galería Van Gogh, están hace un año cuatro pinturas que ya tengo ganas de traerlas porque quiero empezar a hacer movidas acá. Me convocaron para otras expos acá en Buenos Aires y nada, tengo pinturas para exponer pero también quiero traer las que están allá… sería un golazo”.
Actualidad
Este 2020 encuentra a Carolina en constante movimiento, retomando los trabajos de muralismo, algo que realizaba en sus comienzos y que por idas y vueltas fue dejando de lado, e incursionando en el paisajismo que, si bien, según sus propias palabras, es algo que no le atrae mucho, forma parte del no limitarse. “No me quiero encerrar en el tema de los comics, sé que es algo que me gusta, por lo que tengo fanatismo, pero también sé que es un mercado muy pequeño, no mucha gente es fanática de esas cosas y es recomplicado vender un cuadro de un comic”, asegura.
Además tiene cuadros encargados y en esta cuarentena está a full con su casa, tal como sostiene: “ahora lo que es cuarentena estoy encerrada en mi casa, tratando de ponerla más linda, haciendo dibujos, retratos y esas cosas que está bueno”
Al finalizar, Carolina suelta unas palabras acerca del lugar que ocupan el dibujo y la pintura en sus días. “Pintar para mí es un montón. No te puedo explicar. Es algo que me gusta y me atrapa, que me saca horas y me entretiene, que me tiene con la cabeza carburando todo el tiempo, diciendo ‘uh, lo puedo retocar acá, y acá, viste’. A mí me fascina, por más que sabemos que el arte al comienzo depende de tus obras y de cómo uno venda ¿no?, de cómo uno se presente como artista. El arte me fascina, trato de trasmitirlo, se lo trasmito a mis hijas. Nada, que se yo, desde chica, desde los seis años dije ‘quiero esto’ y de ahí para adelante, viste, siempre”.