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El clásico fue para claypole

Con gol de Ignacio Salaberry, el “Tambo”, le ganó a San Martin de Burzaco como visitante en el primer partido de la copa Almirante Brown Por La Inclusión. La vuelta es el martes a las 17 en el Capocasa.
Luego de tres años volvió el clásico y fue con victoria para Claypole por 1-0 con gol de Salaberry. En un partido muy parejo, en donde prácticamente no se sacaron ventajas, el equipo de Héctor Baillié  pudo llevarse la victoria y espera más tranquilo el partido de vuelta.
Gran parte del primer tiempo se desarrolló de forma tranquila, con San Martin manejando bien la pelota pero sin ser profundo, mientras que el visitante lastimaba por las puntas con los volantes y las subidas de Cejas y Vidal. Esa primera parte se fue con  dos situaciones claras de gol desperdiciadas por Brianese, que las dos veces definió cruzado y ambas pelotas se fueron rozando el palo derecho de Bonet.
En la segunda etapa el partido fue más desprolijo. Comenzó más friccionado, hasta que a los 14’ llegó el gol de “Nacho” Salaberry luego de un saque de arco de “chiquito” Bonet que peinó Ocampo y habilitó al volante por derecha que tiene el Tambo, para que éste le rompa el arco al arquero Díaz tras un remate cruzado, donde nada pudo hacer el defensor de los tres postes que tiene San Martin.
A partir del gol el partido fue otra cosa, Claypole se replegó para aguantar las embestidas del local y a base de sacrificio pudo mantener el resultado. En ese lapso hay que remarcar que el partido se puso muy áspero, promediando la mitad de la parte final del encuentro, los jugadores terminaron en una mini pelea de todos contra todos con empujones que no pasaron a mayores, gracias a que el árbitro, el cuerpo técnico de ambos clubes y la seguridad privada calmaron las aguas para que no pasé nada grave y el espectáculo continuara. Eso provocó la expulsión de Ignacio Salaberry  por el lado de Claypole y de  D. Cardozo por el lado de Burzaco.
A demás hay que resaltar que si no hubiera estado el autor del gol que fue la figura de la cancha, todas las luces se las llevaba el colombiano Rosas Quinteros, el central del “Tambo” fue una muralla, estuvo impasable al igual que Melluso que jugó un gran partido.
Por otra parte, el espectáculo  en las tribunas  fuera del estadio se desarrolló con total normalidad, lo que devuelve las esperanzas de saber que se puede llevar a cabo un partido con tanta rivalidad sin que se generen hechos de violencias que opaquen lo hermoso que es el folclore del fútbol.
Alan Mansillla

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