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No pudo festejar


El “Tambo” perdió el clásico como local por 3-0 frente a San Martin de Burzaco y se quedó con un sabor amargo. 
Luego de la victoria del domingo, en el estadio Rodolfo Capocasa, estaba todo preparado para los festejos de Claypole pero el equipo de Héctor Baillié se quedó con las manos vacías. El visitante fue superior y lo plasmó en el resultado.
Desde el arranque golpeó San Martin con gol de  Ledesma a los 16’ luego de una desatención defensiva. Posiblemente eso condicionó bastante el desarrolló del encuentro ya que el local comenzó a apurarse para lograr el empate y eso provocó, sumado la impaciencia de su gente, el desorden  táctico. En esa primera parte prácticamente no tuvo situaciones de gol, mientras que el “Sanma” tuvo algunas chances para ampliar la diferencia.
El segundo tiempo también tuvo como protagonistas a los de azules, que a los 4’ marcaron el 2-0 on gol de Brianese. El partido se le hizo cuesta arriba a los de Baillié que no podían encontrarle la vuelta al partido. Minutos más tarde el local sufrió la expulsión de Vidal, uno de sus puntos más altos.  
A este oscuro contexto habrá que sumarle que no pudieron estar desde el arranque Ignacio Salaberry, quien fue expulsado el partido pasado. También “el tanque” Vázquez y Zapata, ya que ambos salieron lesionados el partido del domingo en Burzaco.  Si a éste panorama hay que agregarle algo negativo hay que señalar que en la primera  parte salió lesionado el colombiano Rosas.
Ya con diez hombres, jugando con el corazón, por el amor propio y de los hinchas que habían llegado al estadio para ver su querido Claypole, el equipo del loco atacaba con mucha gente y eso podría tener dos consecuencias, el descuento y volver a estar en partido o el golpe final del visitante.

 La  chance del descuento estuvo en los pies del arquero suplente Diáz pero pegó en el travesaño luego de un pelotoazo de Bonet. Si, el arquero suplente jugó, entró por Coronel a los 12 del ST. Ya sobre el final del encuentro llegó el tercero de San Martin de la mano de Alegre y  con éste el final del partido. Po un lado, para los de Claypole  fue un encuentro para el olvido, mientras que de la vereda de enfrente se fueron victoriosos en un estadio más que complicado. 

Por otra parte hay que destacar que tanto en Burzaco como hoy en el Capocasa no hubo que lamentar ningún hecho de violencia ya que ambas hinchadas y jugadores se comportaron de forma correcta y todo quedó en un folclore futbolístico de un gran clásico de barrio.
Alan Mansilla

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